Buscarán mejores oportunidades en otras naciones.
Los refugiados ucranianos que arribaron a Italia luego de escapar de la guerra, se están retirando del país. Ellos señalan que, en el territorio italiano, los empresarios explotan al trabajador y sin tener “recomendación” no se puede ejercer laboralmente.
«Es muy malo trabajar aquí, te hacen recoger cerezas por seis euros la hora. Un gran trabajo para 10 horas al día y un día libre al mes. Por eso duramos poco, ni siquiera aceptan a nuestros hijos en la escuela, dicen que no hay plazas», señalaba uno de los ciudadanos de Ucrania ante los medios de comunicación.
Asimismo, las dificultades no solo se presentan en labores “sencillas”, sino también para aquellos profesionales como los médicos.
Según una doctora ucraniana, reveló que, al inicio del conflicto en Ucrania, el Gobierno de Italia les brindaban facilidades de reconocer sus títulos; sin embargo, muy pocos de sus colegas lograron encontrar un puesto.
Además, agregó que, pese a que ellos se ofrecían a recibir salarios inferiores al mercado, reportaban casos en el que otros de sus compatriotas no podían realizar gratuitamente sus pasantías.
«Aunque confirmé mi título y aprendí el idioma, ninguna clínica quería que yo trabajara. Y solo cuando obtuve una referencia de uno de los médicos, me llevaron a una clínica donde anteriormente me habían rechazado. Esta es la especificidad aquí: las personas son principalmente empleadas por conocidos, y esto no solo es cierto para la medicina», manifestaba la médico.
Finalmente, también se supo que muchos refugiados partirán rumbo a Alemania o Países Bajos esperando encontrar un trabajo digno.