Ante la escases de materias primas, el aumento del precio de combustibles, la posibilidad de cancelar los suministros de gas y una probable hambruna mundial, líderes mundiales se reúnen en Bélgica para tratar estos temas.
Mencionado hasta ahora como un gran riesgo, «la escasez de alimentos se materializará», afirmó el presidente de Estados Unidos, Joe Biden tras las cumbres del G7 y la OTAN programadas para el 24 de marzo.
Además, aseguró que EE. UU. como Canadá (grandes productores de cereales) incrementarán sus exportaciones en consecuencia a la falta de trigo en Europa debido al conflicto entre Ucrania y Rusia, dos de los principales suministradores en el ‘viejo continente’.
En el marco del G7, los dos países norteamericanos «conversaron sobre cómo podemos aumentar y distribuir los recursos alimentarios más rápidamente. También estamos discutiendo con los europeos y todos los demás países para que suspendan todas las restricciones a sus exportaciones de alimentos», indicó Biden ante la prensa en Bruselas.
Estados Unidos también está estudiando «una inversión muy importante para atender las necesidades de asistencia humanitaria, particularmente en materia de ayuda alimentaria», agregó en la reunión de la OTAN.
Asimismo, recalcó que la guerra, como las consecuencias indirectas de las sanciones occidentales, afecta a un gran número de países porque Rusia y Ucrania son los graneros de trigo en Europa.
Las consecuencias que va dejando la guerra en Ucrania, relativamente pasó a un segundo plano, ahora, los ojos están en las estrategias o medidas que emplearán a fin de afrontar la crisis que se ha intensificado los últimos días.