La oficina estadística de la Unión Europea, Eurostat, mostró un dato que refleja la situación en la que vive el viejo continente. La eurozona alcanza un 7.5% de inflación, un nuevo récord en sus estadísticas.
El que la Unión Europea muestre estos datos de inflación, son inequívocamente, una muestra del aumento de los carburantes y de la energía. Un duro golpe para empresas y particulares.
Y no solo eso, sino que también hubo una subida de precios en la alimentación, tabaco y bebidas alcohólicas: todas suben al menos un 5%. Otro de los elementos que van subiendo lento, pero seguro son la ropa y los dispositivos electrónicos hasta un 3.4%.
Se asegura que la escalada de precios afecta no solo a la Unión Europea, sino también a toda la economía del mundo. Más aún después del comienzo de la ya tan comentada invasión de la Federación Rusa a Ucrania.
Países como Italia han aplicado medidas para lidiar con este problema. Como la medida de la subida de las energéticas a un 10 % y la reducción del combustible de 25 centavos de euro.
Este es ya, el quinto mes consecutivo que los precios de la eurozona aumentan. El Banco Central Europeo (BCE) se encuentra en una complicada situación. Deberá decidir entre subir o no los tipos de interés para contener la inflación, aunque eso signifique ralentizar el crecimiento económico.