Después de siete días de arduo debate, el Parlamento de Italia reeligió a Sergio Mattarella como mandatario de la República durante los próximos siete años.
El presidente de Italia, Sergio Mattarella, fue reelegido como jefe de estado el pasado sábado 29 de enero por el Parlamento. La decisión se tomó al cabo de un maratón de votaciones que pusieron en evidencia las divisiones de la coalición gubernamental en un periodo crucial de reactivación económica postpandemia.
Mattarella, de 80 años, fue reelegido para un periodo de siete años, al alcanzar una amplia mayoría de 759 votos sobre un total de 1.009 senadores, diputados y representantes regionales habilitados para participar en el sufragio.
La reelección de Mattarella garantiza una fase de estabilidad política, y asegura también el mantenimiento en su cargo del primer ministro, Mario Draghi, quien en un momento figuró entre los favoritos para la presidencia.
Las funciones del presidente son esencialmente honorarias en Italia ya que se rige por el sistema parlamentario. El congreso italiano suele escoger a una personalidad de renombre, con notables capacidades de mediación y que esté por encima de los partidos.
Draghi, de 74 años, para muchos era el hombre ideal para ese cargo, pero su eventual traslado a la presidencia hubiera desencadenado una grave crisis política ante la necesidad de buscar otro jefe de gobierno apoyado por la misma amplia coalición que actualmente lo sostiene, que incluye a todos los partidos con bancadas parlamentarias, exceptuando la ultraderecha de Hermanos de Italia.
«Se trata de una noticia maravillosa para los italianos», manifestó el primer ministro Draghi ante la reelección de Mattarella.
Los partidos políticos no pudieron ponerse de acuerdo sobre una candidatura alternativa durante las siete primeras rondas de votaciones iniciadas el pasado 24 de enero.
Mattarella, que concluye el 3 de febrero su primer mandato, en numerosas ocasiones aseguró que no quería ser reelegido para otro septenio, pero este sábado, a pedido de los partidos, manifestó que aceptaba ante el bloqueo en el Parlamento para nombrar a su sucesor.