Si tienes algún antepasado nacido en Italia tienes el derecho a adquirir la ciudadanía italiana. Contar con un pasaporte italiana te brindará el acceso a todos los países pertenecientes a la Unión Europea y la oportunidad de vivir, estudiar o trabajar sin límites en Europa.
La ciudadanía italiana se transmite de generación en generación por iure sanguinis (derecho de sangre) sin límites generacionales desde el antepasado italiano. No obstante, existen algunos aspectos a considerar siendo el primordial contar con un familiar italiano directo.
La transmisión de la nacionalidad desde el antepasado italiano no permite “saltos”, es decir, ninguno de los descendientes debe haber renunciado nunca a la ciudadanía italiana, aunque no sea necesario que su antepasado se encuentre con vida.
La ciudadanía puede tramitarse tanto por vía paterna como por vía materna. Sin embargo, si dentro de la línea existe una mujer, será necesario conocer la fecha de nacimiento, esto debido a que la mujer italiana transmite la ciudadanía a los hijos nacidos a partir del 1 de enero de 1948. Si el hijo nace antes de esa fecha, el procedimiento para el reconocimiento de la ciudadanía italiana deberá realizarse por la vía judicial.
Una vez obtenida la nacionalidad italiana por descendencia, el o la cónyuge e hijos adquieren también la nacionalidad.