Continuar con los estudios y encontrar un empleo es un paso complejo en el camino de los jóvenes, quienes están en transición constituyen un grupo denominado ‘NEET’ o ‘nini’ en español, por lo que quienes pertenecen a este grupo no estudian ni trabajan y tampoco reciben formación alguna, por lo que en algunos casos se encontrarían en situación vulnerable tras la crisis económica entre los años 2008 y 2013.
Son siete las categorías de ninis, cada uno con diferentes niveles de vulnerabilidad.
- Reentrantes: Jóvenes que han podido encontrar un empleo o se han incorporado a programas de educación o formación por lo que pronto estarían abandonando el grupo de los ninis.
- Desempleados de corta duración: Jóvenes que llevan por lo menos un año en paro y se encuentran en la búsqueda de un empleo de forma activa.
- Responsabilidades familiares: Aquí se encuentran los jóvenes que no pueden trabajar por tener que cuidar a niños y/o adultos discapacitados. La mayoría de pertenecientes son mujeres.
- Enfermedad, discapacidad: Aquí están los jóvenes que no buscan trabajo activamente debido a problemas de salud o discapacidad, por lo que suelen necesitar mayor apoyo social porque no pueden realizar algún trabajo remunerado.
- Desempleados de larga duración: Jóvenes que llevan más de un año sin empleo, pero siguen en la búsqueda de uno.
- Desanimados: Jóvenes que dejaron de buscar trabajo gracias a que perciben falta de oportunidades laborales.
- Otros ninis: Este último incluye ninis más vulnerables y los más privilegiados, así como a los que siguen caminos poco convencionales como las carreras artísticas.
ALMA: Iniciativa de inclusión juvenil
Esta iniciativa ofrece una experiencia tanto profesional como personal en el extranjero a los ‘ninis’ desfavorecidos menores de 30 años, como es el caso de Hatice, una joven alemana de 20 años que, después del instituto optó por tomar un descanso para pensar en su futuro. Entonces, pasó dos meses en Vercelli, Italia gracias a ALMA.
Esta inmersión profesional y cultural cuenta con el apoyo de mentores quienes permiten aclarar las aspiraciones profesionales de estos jóvenes, como Hatice, quien ahora aspira a convertirse algún día en médico profesional.
Al retorno a su país, los participantes reciben un seguimiento durante un período de cuatro meses, donde se les ayuda a buscar un trabajo y a trabajar en sus presentaciones.
La Unión Europea fomenta la integración de programas sociales como ALMA, habiendo liberado un total de casi 11 mil millones de euros para invertirlos en la integración socioeconómica de los jóvenes.