Siendo el país más antiguo de Europa, Italia necesitará la ayuda de personas especializadas para cuidar a los adultos mayores y discapacitados
Según los datos publicados por Eurostat relativos al año pasado, Italia es el país que más ha envejecido con una edad media de 48 años frente al objetivo europeo que se sitúa en torno a los 44 años. También se sabe que el país ostenta la lista con mayor tasa de dependencia de la vejez, es decir, la relación entre el numero de ancianos y el numero de personas en edad de trabajar.
Además del crecimiento en la edad promedio, también se registró un aumento en el numero de personas mayores en comparación con las que son consideradas en edad laboral, índices que los expertos señalan como preocupante para la economía italiana. Actualmente, para cubrir las necesidades familiares de cuidado y asistencia doméstica, se necesitarían cada año un aproximado de 23.000 trabajadores extranjeros no comunitarios según indica el informe para ser contratados como colf o badante, lo cual ascendería a 68.000 en el trienio 2023-2025.
Dicha cifra estima que 1.328.000 personas necesitaron personal extranjero para la asistencia familiar en 2022: alrededor de 651.000 badante y más de 677.000 colf y babysitter. Teniendo en cuenta el aumento de la población anciana, se estima que la audiencia crecerá hasta 1.402.000 personas en 2025, de las que 687.000 necesitarán badante y 715.000 colf y otros.
Por ese motivo será necesaria más mano de obra extranjera para el trienio 2023-2025: entre 74.000 y 89.000 trabajadores para una media de 25/30 mil nuevas altas al año. La mayoría de las colf y badante provienen de Europa del Este, seguido de los trabajadores con cittadinanza italiana (30.5%), de América del Sur (7.8%) y del Este de Asia (6.8%).
Mientras tanto, los sindicatos piden al gobierno que tome consideración en las cifras de flujo migratorio, de la que el sector doméstico ha sido excluido en los últimos doce años. “El envejecimiento de la población debería ser tenido en cuenta en el sistema de planificación de flujos migratorios que ingresan a Italia, a la par de la dinámica económica”.