Las reacciones de indignación de líderes políticos y organismos internacionales se han multiplicado. En tanto, representantes ucranianos condenan el accionar ruso.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmitry Kuleba, acusó ayer 03 de abril a Rusia de cometer una «masacre» en la ciudad de Bucha. Asimismo, pidió al ‘G7’ (Canadá, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos) que imponga nuevas sanciones «devastadoras» a Moscú.
Según el alcalde de la jurisdicción, Bucha, el pueblo sufrió la muerte de 300 residentes que «fueron baleados, asesinados y disparados en la nuca». La mayoría de ellos serían hombres cuyos cuerpos estaban esparcidos por el asfalto, de acuerdo a medios locales.
Añadieron que algunos yacen tirados en sus bicicletas, mientras que otro tenía las manos atadas con una tela y un pasaporte tirado junto a él.
Mientras tanto, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, calificó (el mismo día) el accionar de los rusos como un “genocidio” para eliminar a “toda una nación”.
«Sí, es un genocidio. La eliminación de toda la nación y el pueblo, somos ciudadanos de Ucrania. Tenemos más de 100 nacionalidades (extranjeras). Se trata de la destrucción y exterminio de todas estas nacionalidades», señaló el mandatario.
La noticia provocó la indignación de los occidentales y de instituciones internacionales, con un aumento de las acusaciones de crímenes de guerra contra Rusia. Así lo dio a conocer la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, quien dijo estar «horrorizada» por las imágenes de cadáveres en la localidad ucraniana de Bucha, descubiertos tras la retirada de las tropas rusas.
«La información que está surgiendo de esta zona y de otros lugares plantea serias y preocupantes interrogantes sobre posibles crímenes de guerra y graves violaciones del derecho internacional humanitario y graves violaciones de los derechos humanos», sostuvo Bachelet en un comunicado de prensa, llamando también a «preservar toda la evidencia».
Ante la acusación contra el ejército de Moscú de atrocidades a los civiles, el embajador de Rusia, Dmitri Polianski, indicó que: «A la luz de las odiosas provocaciones de los radicales ucranianos en Bucha, Rusia solicitó una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU el lunes 4 de abril».